domingo, 27 de julio de 2014

La victoria de los ojos azules y el pelo rubio es la victoria de Europa si está presente en los especímenes adecuados

Para la masa afeminada y trasnochada que ocupa el viejo continente( los movimientos de nenazas que campan a aus anchas con  el patriotismo bananero como idea básica) el ser blanco se basa, ante todo, en la despigmentación de cabello y ojos, deduciendo estos cruzados bastardos que con tal de tener los ojos azules y cabellos rubios ya se es digno de ser NS o nacionalista, cuando no hay nada más equivocado.Para mi y cualquier antropólogo serio y sin retraso mental, de nada sirve un truño braquicéfalo , obeso y con facciones de gorila en el rostro, por muy despigmentado que esté. A este tipo de especíemenes me refiero:
Truño Ostisch tipo gorila, despigmentado por el ataque  que algún violador oscuro le dió a alguna nórdico blanca. No deja de ser portador de mierda genética y mediocridad racial. Su despigmentación para él no vale nada.






Para un nordicista verdadero, lo más importante reside en la armonía facial, junto con una despigmentación considerable y un cráneo en equilibrio con un cuerpo atlético.  Todo ese lio de que todo rubio de ojos azules es apto para englosar las listas de la raza nórdica,  está promovido por los judíos askenases, despigmentados y con sangre conguida, semita y arménida. Ellos están interesados en obtener el carnét de la arianidad. Lo cierto es que , cualquiera de esos judíos despigmentados, lleva en su sangre más genes europeos que cualquier alpino o mediterráneo de turno, cargado hasta las trancas de ascendencia morisca, conguida y mongólida. Es muy molesto para estos truños aludidos ,el aceptar que un judío pueda hacerles sombra racialmente, pero la realidad es la que es. Hasta en el III Reich, gracias a genios como Günther o Rosenberg,  se aceptó a ese tipo de judíos nordificados de buena gana( El famoso caso de la judía Helene Meyer que jugaba esgrima en las  Olimpiadas de Berlin del 36)
Helene Meyer.






Europa debe cuidarse muy seriamente de sus bastardos alpinos y mediterráneos, ya que ellos son una clara amenaza a la hegemonía nórdico blanca latente desde hace siglos.Ningún especimen NB debería cruzarse con ninguna de estas dos razas, ya que demolerían sus preciosos genes recesivos y los tirarían por el baño al defecar su ADN en semejantes horrores.